viernes, 6 de julio de 2007

La culpa la tuvo Fellini



Blog... blog... blog...
¿Para qué un blog? ¿Por qué un blog? ¿Cómo se hace un blog? ¿Sobre qué hacer un blog?
¡¡¡¡¡SOBRE CINE!!!!! Sí, sobre cine... Porque desde mi adolescencia, cuando vi Amarcord, me di cuenta de que esa era una de mis pasiones. Ya tenía al fútbol como tal y al periodismo revoloteando.
Opción 1: Pude haber sido jugador. Lo hacía muy bien y hasta jugué en las pre-inferiores de San Lorenzo, Ferro y Chacarita, pero no estaba dispuesto a tantos esfuerzos y abstenciones. Largué.
Opción 2: El cine lo disfruté como espectador en largas tardes a la vuelta del secundario en el continuado (dos y hasta tres películas) , sobre todo en el Cuyo, Los Andes y El Nilo -todos ellos de Boedo- que ya no existen.
Opción 3: Soy periodista y de eso vivo desde 1981. Es decir... 26 años.
Pero en la Opción 2 hay un apartado. Ya de grande, rozando los 40 decidí estudiar en la Escuela Profesional de Cinematografía de Eliseo Subiela, en la que me recibí de realizador cinematográfico, con consecuencias que ya contaré. No abrumemos...
Sintetizando -para esta primera entrada- termino de explicar que aquella obra maestra del gran Federico Fellini fue la que me abrió los ojos para apreciar la maravilla del llamado séptimo arte.
En algún momento, volveré sobre esa fantástica película coral que a mis tempranos 14 años logró romperme la cabeza.
Una foto del maestro y una escena emblemática de todos los tiempos, alcanzan para acompañar este debut bloggero.

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